El proyecto Ex umbra in solem busca estudiar y ofrecer a un público amplio los manuscritos que dan cuenta de la enseñanza de la filosofía natural en Chile colonial, visibilizando así el desarrollo de la disciplina y poniendo en valor el patrimonio filosófico nacional.
En el contexto de la enseñanza de la filosofía en la época colonial chilena es relevante destacar la historia de una de las universidades más significativas de aquel periodo. En esta oportunidad nos detendremos en la Real Universidad de San Felipe.
En el año 1738 el monarca de la época, Felipe V, llevó a cabo un gran acontecimiento al rubricar el Real Decreto de "fundación, erección y establecimiento" de una universidad en la ciudad de Santiago de Chile. Esta institución académica fue solemnemente consagrada bajo la invocación del santo patrono de la ciudad, San Felipe (Medina, Historia de la Real Universidad de San Felipe: 156). Tras un lapso de nueve años, en 1747, se concretó la fundación formal de la institución en territorio chileno bajo el nombre de Real Universidad de San Felipe. En esta fecha, también se erigió como primer rector quien fue su principal promotor: Tomás de Azúa (Medina, Historia de la Real Universidad de San Felipe: 351).
No obstante, a pesar de la fecha de su fundación oficial, las actividades académicas no dieron inicio sino hasta el 9 de enero de 1758, es decir, alrededor de once años después de haberse establecido la institución. El primer curso impartido fue una cátedra de Derecho, una disciplina que su impulsor principal, Tomás de Azúa, no tuvo la oportunidad de presenciar en su inicio (Medina, Historia de la Real Universidad de San Felipe: 61).
La Real Universidad de San Felipe siguió las directrices y normativas establecidas por otras prestigiosas instituciones educativas de la América Española, entre las que se destacan la Real Universidad de San Marcos en Lima, la Universidad del Rosario en Bogotá y el Colegio de México. A través de su vinculación con la Universidad de San Marcos, la Real Universidad de San Felipe recibió los privilegios académicos y beneficios asociados con la renombrada Universidad de Salamanca en España. Esta conexión con una institución de tan elevado prestigio fortaleció la calidad y el nivel educativo de la Real Universidad de San Felipe, permitiéndole acceder a recursos intelectuales y oportunidades de aprendizaje de alto calibre en beneficio de sus estudiantes y académicos (Medina, Historia de la Real Universidad de San Felipe: 315).
Durante el periodo de la Patria Vieja, la fundación del Instituto Nacional en el año 1813 tuvo como consecuencia la transferencia de la función docente de la Universidad de San Felipe a esta nueva institución. Cabe mencionar que, tras la declaración oficial de la Independencia de Chile el 12 de febrero de 1817, la universidad experimentó un cambio en su denominación, pasando a ser conocida como Universidad de San Felipe. Sin embargo, en el año 1823 se llevó a cabo una decisión significativa al privar a la universidad de la facultad de conferir los grados académicos de bachiller y Doctor (Medina, Historia de la Real Universidad de San Felipe: 364).
La consolidación de la República trajo consigo una nueva denominación para la institución educativa, que pasó a ser conocida como Universidad de San Felipe de la República de Chile a partir del año 1835. Posteriormente, el 17 de abril de 1839, se produjo un decreto trascendental emanado por el Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, Mariano Egaña. Dicha ordenanza, de carácter supremo, declaró la extinción de la Universidad de San Felipe y, en su lugar, se creó la Universidad de Chile, la que asumió la herencia patrimonial y el claustro de la extinta institución, consolidándose como su sucesora (Medina, Historia de la Real Universidad de San Felipe: 376). Cabe destacar que el último rector que presidió la Universidad de San Felipe fue monseñor Juan Francisco Meneses Echanes, poniendo así fin a una importante etapa en la trayectoria histórica de la institución educativa (Medina, Historia de la Real Universidad de San Felipe: 365).
La relevancia de la Universidad de San Felipe en el contexto educativo y político de la época colonial chilena se manifiesta en su notable contribución a la formación de líderes y visionarios que desempeñaron roles fundamentales en la gesta independentista de Chile. Entre los ilustres estudiantes que transitaron por sus aulas se encuentran destacadas figuras como Juan Martínez de Rozas, quien lideró la Primera Junta de Gobierno en 1810, y don Hipólito de Villegas, jurista y Ministro de Hacienda bajo el mando de Bernardo O'Higgins. Además, la Universidad fue el alma mater de líderes influyentes como Juan Egaña, constitucionalista, diputado y senador, así como Manuel Montt, quien se convertiría en presidente de Chile durante el período comprendido entre 1851 y 1861. El legado de esta institución educativa perdura a través de las huellas dejadas por estos notables personajes en la historia de Chile (Medina, Historia de la Real Universidad de San Felipe: 251).
Para obtener información más detallada sobre la actividad filosófica en la Real Universidad de San Felipe recomendamos consultar el articulo Sobre unas conclusiones filosóficas defendidas en la Real Universidad de San Felipe, de nuestro investigador responsable Abel Aravena Zamora. Asimismo, para conocer más detalles acerca de esta institución educativa compartimos el siguiente texto: Historia de la Real Universidad de San Felipe de Santiago de Chile, de José Toribio Medina.
Samantha Fernández M.
Profesora de Filosofía
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