El proyecto Ex umbra in solem busca estudiar y ofrecer a un público amplio los manuscritos que dan cuenta de la enseñanza de la filosofía natural en Chile colonial, visibilizando así el desarrollo de la disciplina y poniendo en valor el patrimonio filosófico nacional.
En el contexto de la instrucción filosófica en Chile durante el siglo XVIII, es relevante resaltar la figura del destacado maestro Manuel Antonio Talavera, deteniéndonos en su rol de profesor de filosofía natural en el Real Convictorio Carolino de Santiago de Chile.
Manuel Antonio Talavera, nacido en Villarrica, Paraguay, comenzó su trayectoria educativa en 1778 en el colegio de Monserrat y luego ingresó a la Universidad de Córdoba, Argentina. Allí obtuvo los títulos de Maestro en Artes y Doctor en Teología en 1788. Posteriormente, se trasladó a Chile, donde se dedicó al estudio de Leyes y Cánones en la Universidad de San Felipe, graduándose -aparentemente- como abogado.
Destacó como figura política, siendo conocido por su firme postura en contra de la revolución y su apoyo inquebrantable al Rey y a la administración española en los territorios americanos. En los inicios de 1810, fue testigo de los primeros indicios de la transición de la Colonia hacia la formación de una Nación en Chile. En su detallado y minucioso Diario de memorias, Talavera relató los acontecimientos que presenció entre los meses de mayo y octubre de 1810, capturando con paciencia cada detalle significativo. Esta experiencia fue de suma importancia para él, ya que consideró vital documentarla y construir un legado histórico para las generaciones futuras. De este modo, se convirtió en el primer cronista de este proceso de independencia.
Manuel Antonio Talavera, Trienalis Philosofici Cursus Institutiones Physicae, secundam naturalis Phylosophiae partem Physicam scilicet particularem complectentes iuxta veriora recentiorum placita illorumque inconcussa experimenta, 1792 (ms. AH0139, Archivo Central Andrés Bello, Universidad de Chile, ff. 1r-213r)
Entre 1791 y 1793 Talavera ejerció como profesor de filosofía tanto en el Convictorio Carolino como en su propio estudio privado. Como testimonio tangible de su destacada labor docente en la institución santiaguina, se conservan en la actualidad dos secciones del curso filosófico del período indicado. La primera sección corresponde a fragmentos del curso de Ética, fechados en marzo de 1791, mientras que la segunda sección abarca las Instituciones de Física, datadas en el año 1792.
Los dos manuscritos que se preservan del maestro llevan los siguientes títulos:"Trienalis Philosofici Cursus Institutiones Ethicae, sive Philosophia Moralis Nobilibus Sancti Caroli Collegii Jacobopolitana Urbis Regni Chilensis Alumnis clara methodo digestae ac elucubratae a Domino Emmanuele Antonio de Thalavera Regali Cordubensi Academia Laureato in Philosofia Magistro, olim Colegii Monserratensis Alumno, nunc vero in eodem S. C. Collegio Artium Cathedrae Moderatore. Inceptae die 10 mensis Martii anii Domini (1791)" y "Trienalis Philosofici Cursus Institutiones Physicae, secundam naturalis Phylosophiae partem Physicam scilicet particularem complectentes. Iuxta veriora Recentiorum placita illorumque inconcussa experimenta. Nobilibus Sancti Caroli Collegii Jacobopolitana Urbis Regni Chilensis Alumnis clara methodo digestae ac elucubratae a Domino Emmanuele Antonio de Thalavera Regali Cordubensi Academia Laureato in Philosofia Magistro, olim Colegii Monserratensis Alumno, nunc vero in eodem S. Caroli Collegio Artium Cathedrae Moderatore. Inceptae die Tertio Nomas Maii anii Domini (1792)".
Estos valiosos registros académicos, fueron copiados personalmente por Talavera con el propósito de respaldar su labor educativa.
Manuel Antonio Talavera, Trienalis Philosofici Cursus Institutiones Physicae, secundam naturalis Phylosophiae partem Physicam scilicet particularem complectentes iuxta veriora recentiorum placita illorumque inconcussa experimenta, 1792 (ms. AH0139, Archivo Central Andrés Bello, Universidad de Chile, ff. 1r-213r)
Cabe mencionar que ambos textos de Talavera están escritos en latín, debido a que en esa época era el idioma distintivo de la élite intelectual y, por lo tanto, era obligatorio para aquellos que habían completado los cursos de humanidades y retórica y pasaban a estudiar filosofía. Es importante mencionar que la segunda obra -Institutiones Physicae- el autor la señala como una recopilación de "verdaderas enseñanzas e indudables experimentos", como se puede apreciar en su amplio título. En ella, se encuentran diversas referencias a teorías de destacados científicos modernos, así como múltiples observaciones y experimentos físicos reseñados en las célebres Memorias de Trévoux. La obra de Talavera resulta ser un testimonio altamente representativo de lo que podría considerarse un conciso tratado de filosofía natural o cosmología.
Manuel Antonio Talavera, Trienalis Philosofici Cursus Institutiones Physicae, secundam naturalis Phylosophiae partem Physicam scilicet particularem complectentes iuxta veriora recentiorum placita illorumque inconcussa experimenta, 1792 (ms. AH0139, Archivo Central Andrés Bello, Universidad de Chile, ff. 1r-213r)
Para obtener información más detallada sobre esta obra en particular, sugerimos consultar los siguientes artículos "Manuel Antonio Talavera, un filosofo de la naturaleza en Chile colonial." y "La enseñanza de la filosofía natural en la última época colonial chilena: El tratado acerca de los elementos y las instituciones de física de Manuel Antonio Talavera".
Por último, vale la pena recordar que el proyecto Ex umbra in solem ofrece las imágenes digitalizadas de gran parte de los manuscritos conservados en el Archivo Nacional Histórico.
Samantha Fernández M.
Profesora de Filosofía
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